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Las verduras reducen el riesgo de mortalidad.

Las verduras reducen el riesgo de mortalidad.

Todos sabemos que comer verduras es de lo más sano y recomendable. Se comen durante todo el año, pero es en el otoño y a puertas del invierno cuando están en su apogeo, es cuando más ricas están, hay más abundancia y también más baratas.

Las alcachofas, habas, judías, berenjenas, calabacines, coliflor…, son los ingredientes principales de los guisos de estas fechas. Acompañamiento fundamental para los platos de cuchara: arroces, guisados, sopas …

Si a estos platos los acompañamos de unas estupendas ensaladas, repletas de verduras crudas, como el pepino, el tomate, rábanos, aguacate, rúcula, canónigos, … tendremos la formula casi perfecta para una dieta rica y equilibrada.

Un estudio realizado entre más 500.000 personas en Europa ha confirmado la relación entre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de mortalidad, y ha llegado a la conclusión de que comer sano, es decir comer fruta y verdura, sobre todo cruda, desciende el número de mortalidad, sobre todo las causadas por enfermedades cardiovasculares. El análisis, publicado hace poco en una revista americana, ha sido dirigido por investigadores de diez países, entre ellos España, en el marco del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (EPIC).

Según los resultados, de los que se hace eco la agencia SINC, el consumo combinado de frutas y verduras de más de 569 gramos al día reduce el riesgo de mortalidad en un 10% y retrasa el fallecimiento en 1,12 años con respecto a un consumo inferior a 249 gramos diarios. Además, por cada 200 gramos diarios de incremento en el consumo de frutas y verduras, este riesgo disminuye un 6% más. Y si toda la población que suele comer pocas frutas y verduras aumentara su consumo entre 100 a 200 gramos al día –alcanzándose así las recomendaciones de 400 a 500 gramos al día–, la mortalidad se reduciría en un 2,9%.

Si hay que elegir, los mejores resultados se obtienen son las verduras crudas. Según los investigadores, mientras que al considerar el consumo de frutas por separado no se observó una reducción significativa del riesgo, el consumo de verduras sí se asoció por sí solo con un menor riesgo de mortalidad, sobre todo si se tomaban crudas. Según María José Sánchez Pérez, coautora del estudio, un consumo elevado de verduras crudas implica un 16% de reducción del riesgo de mortalidad.

La reducción del riesgo de mortalidad por el consumo de frutas y verduras fue mayor en los participantes que consumían alcohol (en torno a un 30-40% de reducción del riesgo) y en los obesos (20%).

Tal y como explican los autores, este efecto positivo probablemente sea debido a su alto contenido en antioxidantes, que actúan paliando el estrés oxidativo inducido por el alcohol, el tabaco y la obesidad.

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